Caen las hojas al ritmo del viento, las calles empiezan a teñirse de colores marrones y rojizos, bajan las temperaturas y aparecen las primeras lluvias, la llegada del Otoño empezaba a insinuarse.
Un apasionante catálogo culinario nos espera, ha llegado la temporada de la sopa y la manta.
Como podéis comprobar me encanta el Otoño, aunque apenas dure tres meses, y estaba deseando poder relajarme pintando una escena típica de esta época del año, por eso no dudé ni dos segundos cuando me encargaron un cuadro de un paisaje otoñal.